Duda el hombre su existencia,
el sabio de lo que la realidad alcanza.
Duda la justicia del equilibrio en la balanza
que juzga al hombre que roba por supervivencia.
Duda el dogma de la ciencia,
el viento de su borroso destino.
Duda el amor de la apariencia
como duda el viajero en el camino.
Pero ante la duda permanecen
raíces que en mi alma crecen,
mi amor por tí,
eternamente vivo.
Miguel Molina Aguilera