el viento trae a mis manos
las nubes que una vez pintaron el cielo,
las flores que se desprenden del suelo.
El bosque ,que carga la historia del mundo,
se marchita y muere en un suspiro.
Sus arboles frondosos se tiznan en el tiempo.
Los tapices verdes son proceso del olvido.
EL sol, que antes llenaba de luz los dias
y las calles de vida, ahora es temido.
Quema arde irritan mi carne
las espadas doradas que del cielo han surgido.
Y el mar, querido, aliado mar, ahora es odiado, enemigo .
Se alejande ti los versos que te han querido
y yacen tu interior los pueblos
cuyas voces que has dormido.
Miguel Molina Aguilera
Es cierto, todo a nuestro al rededor se marchita y nosotros orgullosos, creyendo que vencer sobre lo natural es crecer. Pero nos equivocamos, porque es perecer.
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